Waili Tatiana Gamboa Martínez
El marxismo realiza una explicación muy completa de los
orígenes del capitalismo, de las leyes de su funcionamiento y de la manera para
poder eliminarlo. Es una teoría de cómo las ricas naciones capitalistas podrían
utilizar sus inmensos recursos para lograr la justicia y la prosperidad de sus
pueblos. De ahí, el inmenso atractivo que ha ejercido tanto en muchos
intelectuales, como en grandes masas de los pueblos del mundo. “El éxito del Marxismo es innegable en el mundo
contemporáneo y clamoroso: atrae las masas, atrae a los intelectuales, a los
pobres y a los ricos…”[1] el
marxismo en su teoría y en su práctica polariza la atención de todos.
Lenin decía que "El marxismo es el sucesor natural de lo mejor que la humanidad creó en
el siglo XIX: la filosofía alemana, la economía política inglesa y el
socialismo francés".[2] Pero sobre todo el marxismo se nutre de la
experiencia revolucionaria de la clase obrera. Rafael Plá León señala que "Fue el movimiento real de la clase
proletaria y el contacto directo con éste lo que posibilitó en definitiva que
el pensamiento de Marx tomara la forma que tomó." Al mismo tiempo el
marxismo no es una creencia, un dogma; es, por el contrario, un pensamiento
abierto, activo y creador que se nutre permanentemente de las producciones de
las y los seres humanos en todos los campos del saber.[3]
Jean Paul Sartre decía que “El
marxismo como marco formal de todo pensamiento filosófico de hoy es
irrebasable” lo que significa que
cualquier visión de mundo se ve hoy en la necesidad para afirmar su propia
validez de confrontarse con el marxismo para criticarlo, refutarlo o intentar
superarlo.
Un movimiento que tiene una expansión tan rápida
en menos de cien años, que tiene una incidencia tan profunda en la cultura
actual y cuya presencia política es universal, no puede ser ignorado o pasar
desapercibido.[4]
Partamos de la pregunta que hace referencia al
por qué hablar de Karl Marx en el siglo XXI. Primero que todo escuchemos
brevemente algunos datos sobre la situación social en la que la humanidad, y
sobretodo América Latina, vive en la actualidad: “La quinta parte de la población está en la miseria; 826 millones de
personas padecen de hambre física; más de ochocientos cincuenta millones son
analfabetas; mil millones carecen de agua potable estimándose que para el año
2025 la cifra sea de 3500 millones de personas; 2400 millones no tienen acceso
a servicios sanitarios. En América Latina 224 millones de personas viven en la
pobreza y de ellos 90 millones están en la indigencia. La deuda externa
latinoamericana asciende a 800 mil millones de dólares; siendo ésta una de las
causas por las cuales la educación y la salud no reciben los recursos
necesarios por parte de los gobiernos, los mismos que cumplen fielmente a los
organismos económicos internacionales. Los grupos humanos más afectados son las
y los niños, las mujeres y los ancianos, a quienes el modelo neoliberal los
considera desechables o simplemente como mano de obra sujeta de una explotación
mayor, tal como se hace con el trabajo infantil…”[5]. Por otro lado la
situación de la contaminación del medio ambiente es cada vez más grave,
producto de un sistema basado en una producción irracional y desmedida.
Un concepto clave del marxismo como la lucha de clases, el “motor
de la historia”, expuesta en 1848 El
Manifiesto Comunista, no ha perdido vigencia. El multimillonario Warren
Buffet lo ha dicho “La lucha de clases
sigue existiendo, pero la mía va ganando”. Marx teorizó que el sistema
capitalista (intrínsecamente injusto y autodestructivo) empobrecería
inevitablemente a las masas, a medida que la riqueza se concentrara en las
manos codiciosas de unos pocos, causando crisis económicas y reforzando el
conflicto entre los ricos y las clases trabajadoras, puesto que “la acumulación de riqueza en un solo polo
genera al mismo tiempo en el opuesto miseria, trabajo duro y explotación”.[6] Lamentablemente, hoy todo indica que los ricos son
cada vez más ricos, mientras que la clase media y los pobres son cada vez más
pobres. La lucha de clases ha regresado.
Federico Engels nos dice: "Pues bien, Marx demostró que toda la historia de la humanidad,
hasta hoy, es una historia de luchas de clases, que todas las luchas políticas,
tan variadas y complejas, solo giran en torno al poder social y político de
unas u otras clases sociales; por parte de las clases viejas, para conservar el
poder, y por parte de las nuevas, para conquistarlo."[7]
La obra de Marx es un sistema abierto de ideas y
un método revolucionario de transformación de la realidad que nos ha
posibilitado el análisis y la reflexión sobre los más disímiles hechos y
sucesos que tienen que ver con la naturaleza, la sociedad y el pensamiento
humano.
Surgen tesis para enterrar las ideas de Marx, una
de estas es la tesis del economicismo y del determinismo mecánico por medio de
la cual se señalaba que era la base económica la que determinaba los cambios y
el funcionamiento de la superestructura; olvidando que Marx y Engels entendieron
a la sociedad como un sistema dinámico complejo, como un todo estructurado y
dialéctico en donde la base económica y la superestructura ideológica
están interconectados y que, por lo tanto tienen una influencia mutua. Engels
lo escribe así "Según la concepción
materialista de la historia, el elemento determinante de la historia es en
última instancia la producción y la reproducción en la vida real. Ni Marx ni yo
hemos afirmado nunca más que esto; por consiguiente, si alguien lo tergiversa
transformándolo en la afirmación de que el elemento económico es el único
determinante, lo transforma en una frase sin sentido, abstracta y absurda. La
situación económica es la base, pero las diversas partes de la superestructura:
las formas políticas de la lucha de clases y sus consecuencias, las
constituciones establecidas por la clase victoriosa después de ganar la
batalla, etc., las formas jurídicas, y, en consecuencia, inclusive los reflejos
de todas esas luchas reales en los cerebros de los combatientes: teorías
políticas, jurídicas, ideas religiosas y su desarrollo ulterior hasta
convertirse en sistemas de dogmas, también ejercen su influencia sobre el curso
de las luchas históricas y en muchos casos preponderan en la determinación de
su forma"[8].
El marxismo no ha muerto, es la realidad misma la
que confirma su validez histórica. Ya se han señalado algunos datos sobre la
situación en la que la mayoría de los habitantes del planeta viven. Asistimos a
un momento de ascenso de las luchas populares que, aunque dispersas,
constituyen elementos importantes en el desarrollo de la revolución mundial. No
podemos ignorar la incidencia del marxismo, por ejemplo en la política, todos
los movimientos políticos enfrascados en una lucha por la liberación de Asia,
Africa, América Latina, están directa o indirectamente inspirados en el
marxismo.[9] Iñaki
Gil de San Vicente dice que "la obra
de Marx y Engels aparece en la actualidad como el único método que, además de
explicar coherentemente el pasado, permite comprender qué está sucediendo a
escala mundial y, lo que es más importante, cuales son las tendencias fuertes
ante el futuro. Estas son las razones que explican la actual "vuelta al
marxismo", y también las que explican que este reaparezca, renazca de sus
cenizas, cada vez que, tras haberlo dado por muerto, las exigencias de la lucha
de clases a escala mundial imponen su vuelta a escena. Ahora bien, cada vez que
el marxismo es dado por muerto se produce en su interior una verdadera
autocrítica creativa, un repaso de las causas que le han llevado a esa
situación y, a la vez por su mismo contenido dialéctico, un enriquecimiento de
su método para responder a las nuevas formas que adquieren las contradicciones
esenciales del capitalismo. Lo más significativo de estos resurgimientos radica
en que se producen tras grandes convulsiones sociales que han demostrado el
creciente distanciamiento entre la realidad y la teoría."[10]
Bibliografia:
·
Vigencia del pensamiento de Karl Marx. Dax
Toscano Segovia. Ponencia para el conversatorio Karl Marx Hoy, Facultad de
Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador, 5 de mayo de 2.004
en:
http://www.rebelion.org/hemeroteca/izquierda/040505dt.htm
tomado el 4 Noviembre 2014.
·
RODRIGUEZ A, Eudoro. Marx y América latina. Editorial el búho. Bogotá, 1985.
[3]
Vigencia del
pensamiento de Karl Marx. Dax Toscano Segovia. Ponencia para el
conversatorio Karl Marx Hoy, Facultad de Comunicación Social de la Universidad
Central del Ecuador, 5 de mayo de 2.004 en: http://www.rebelion.org/hemeroteca/izquierda/040505dt.htm
tomado el 4 Noviembre 2014.
[5] Vigencia del pensamiento
de Karl Marx. Dax
Toscano Segovia. Ponencia para el conversatorio Karl Marx Hoy, Facultad de
Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador, 5 de mayo de 2.004
en: http://www.rebelion.org/hemeroteca/izquierda/040505dt.htm tomado el 4 Noviembre
2014
[7]
Engels
citado en Vigencia del
pensamiento de Karl Marx. Dax Toscano Segovia. Ponencia para el
conversatorio Karl Marx Hoy, Facultad de Comunicación Social de la Universidad
Central del Ecuador, 5 de mayo de 2.004 en: http://www.rebelion.org/hemeroteca/izquierda/040505dt.htm
tomado el 4 Noviembre 2014.
[8] Engels
citado en Vigencia del pensamiento de Karl Marx. Dax Toscano Segovia. Ponencia para el
conversatorio Karl Marx Hoy, Facultad de Comunicación Social de la Universidad
Central del Ecuador, 5 de mayo de 2.004 en: http://www.rebelion.org/hemeroteca/izquierda/040505dt.htm tomado el 4 Noviembre
2014.
[10]
Iñaki Gil citado en Vigencia del pensamiento de Karl Marx. Dax
Toscano Segovia. Ponencia para el conversatorio Karl Marx Hoy, Facultad de
Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador, 5 de mayo de 2.004
en:
http://www.rebelion.org/hemeroteca/izquierda/040505dt.htm
tomado el 4 Noviembre 2014.
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