Waili Tatiana Gamboa
Martínez.
“Jared
Diamond es profesor de geografía en la Universidad de California (UCLA). […] ha
recibido una beca de investigación de la Fundación MacArthur, además de los
premios Burr de la Sociedad Geografía Nacional y Pulitzer de 1998 por “Armas,
gérmenes y acero” (1997). Ha publicado más de doscientos artículos en las
revistas Discover, Natural History, Nature y Geo.”[1]
En este libro Jared Diamond se pregunta cómo unas
sociedades han desaparecido, y en este capito nos expone varios motivos de la
razón de desaparición de los mayas.
Las ruinas de los mayas están ubicadas en zonas
rodeadas por jungla, lo que hace que
sean yacimientos arqueológicos “puros”, pues por ser despobladas no hubo
construcciones posteriores sobre estas.
Las ciudades mayas estuvieron ocultas hasta 1839 que
fueron descubiertas por el estadounidense John Stephens junto con el inglés
Frederick Catherwood.[2]
“Stephens y Catherwood acabaron explorando cuarenta y
cuatro emplazamientos y ciudades. Al ver la extraordinaria calidad de sus
edificaciones y su arte, se dieron cuenta de que todo aquello no era obra de
salvajes (según sus palabras) sino de una civilización avanzada, ya
desaparecida”[3].
Para Jared Diamond, la historia de las mayas tiene
algunas ventajas para los que les
interesa la desaparición de culturas del pasado, porque aunque los escritos
dejados por los mayas están incompletos han sido útiles para reconstruir la
historia de estos, además de contar con personas que aún hablan la lengua maya
y tiene cultura maya que sin lugar a dudas son de gran ayuda para entender una
civilización que ha llamado la atención de muchos.
El primer contacto maya con los europeos se produjo en
1502. En 1527 los españoles comenzaron a conquistarlos, pero es “hasta 1697 no sometieron al último principado”[4].
Uno de los motivos por lo que no hay muchos
manuscritos de los mayas es que el obispo Diego de Landa, quien vivía en la
península de Yucatán entre 1549 y 1578 quemó todos los manuscritos que pudo
localizar como un mecanismo para combatir el paganismo dejando solo cuatro
manuscritos. Sin embargo, el obispo realizó una descripción detallada de la
cultura maya e intento explicar la escritura de estos.[5]
Toda la escritura maya antigua que se conserva está
grabada en piedra y cerámica, y se ocupa de los reyes, nobles y sus conquistas,
no hay ni una sola mención al pueblo llano.[6]
Climatólogos y paleoecologicos han identificado
señales de cambios climáticos que influyeron en la desaparición de este pueblo.
Los mayas además deterioraron su entorno con la deforestación.
“El
territorio maya se encuentra a más de mil seiscientos kilómetros del Ecuador,
entre las latitudes 17° y 22° norte”[7]
en una zona denominada “bosque tropical”, es decir, una zona que aunque
tiene estaciones lluviosas también cuenta con una estación seca.[8]
Las lluvias sin embargo eran impredecibles, lo que
posiblemente causara una pérdida de cosechas, aunque Jared Diamond supone que
los antiguos mayas tenían una experiencia y acertaban más, pero no obstante
debieron enfrentarse a perder sus cosechas por sequias o huracanes.
La agricultura maya se basaba en el cultivo de maíz y
frijoles. El maíz consistía al menos el 70% de la dieta, tanto para las elites
como para los aldeanos comunes.[9]
Los únicos animales domésticos con los disponían eran
el perro, el pavo, el pato almizclado y una abeja sin aguijón que les
proporcionaba miel, aunque la fuente de carne más importante era pescado, a
veces tortuga y venado, este último era especialmente para las elites.[10]
La agricultura maya sufría varias limitaciones, pues
el maíz proporcionaba pocas proteínas, los animales que consumían ninguno era
grande entonces proporcionaban poca carne, estos animales tampoco servían como
medio de transporte o para los arados. Además el clima húmedo no permitía
almacenar maíz por más de año.
Este problema de abastecimiento explica porque la
sociedad maya se mantuvo políticamente dividida en pueblos pequeños de 25.000 ó
50.000 personas, pues las campañas militares tenían una limitación geográfica y
de duración.[11]
Jared Diamond dice que los “ingredientes” que
componían la civilización maya fueron adquiridos afuera, por ejemplo la
escritura, la agricultura y las ciudades surgieron en los valles y tierras
bajas costeras del oeste y sudoeste.[12]
El denominado “periodo clásico” comienza en el año 250
de nuestra era, cuando aparecen evidencias de reyes y dinastías.[13]
En la sociedad maya el rey ejercía la función de alto
sacerdote y tenía la responsabilidad de celebrar los rituales para atraer
lluvias y prosperidad, pues decía tener poderes por su filiación con los
Dioses, esto explica porque los campesinos mantenían la vida lujosa del rey,
pues él hacia grandes promesas al pueblo, y se veían en apuros cuando había
periodo de sequía.
Hubo al menos dos colapsos menores “uno en torno al año 150, cuando
desaparecieron El Mirador y algunas otras ciudades mayas (el denominado
“colapso preclásico”), y el otro (el denominado “hiato maya”) a finales del
siglo VI y principios del siglo VII, un periodo en el que no se erigió ningún
monumento en el bien estudiado emplazamiento de Tikal”.[14]
Muchas desapariciones aparentes se ciudades era por
“ciclos de poderes”, pues determinadas ciudades adquirían más poder, después
decaían o eran conquistadas, se alzaban de nuevo y conquistaban a sus vecinos.[15]
Jared Diamond habla de un colapso maya clásico por una
disminución brusca de la población como de la cultura.
Otros fenómenos que intervinieron en la desaparición
de los mayas es la guerra y la sequía.
Contario a lo que se piensa, el pueblo maya no era
pacifico, las guerra fueron intensas porque,
las limitaciones de abastecimiento y transporte impedía una unificación de la
región, los conflictos se daban por luchas entre reinos independientes,
intentos de secesión por parte de ciudades de un reino que se rebelaban contra
la capital o guerras civiles desencadenadas para usurpar el trono. Entre los
aldeanos también habían conflictos por escases de la tierra.[16]
El otro fenómeno que influyó en la desaparición de los
mayas fueron las sequias:
“Los análisis minuciosos de la frecuencia de
las sequías en el territorio maya muestran una tendencia a su recurrencia con
intervalos de unos 208 años”.[17]
Y por supuesto, la disminución de la población en el
transcurso de muchos decenios que con la llegada de los españoles se
intensificó.
Bibliografía:
DIAMOND,
Jared. Colapso. Viking Press. 2006.
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