Por: Waili Tatiana Gamboa Martínez.
Este artículo pretende acercarse a la
metodología y los problemas que ella tiene en la labor del historiador: La
reconstrucción. En ocasiones se reconstruyen eventos o periodos, y su narrativa
y versión histórica por su repetición los hacen incuestionables.
“Por reconstrucción histórica se entiende,
hoy día, el resultado del conjunto de investigaciones destinadas a acercarse lo
más posible al modus vivendi de
épocas anteriores”[1],
esto, se hace a través de medios como la
pintura, retratos narrativos, etc.
Para hablar de reconstrucciones históricas,
se pueden recoger varios conceptos.
La historia es el conjunto de conocimientos
de eventos, fechas, personas, sitios, etc, que no permite conocer el pasado,
para acceder a esta información se debe hacer una rigurosa investigación.
Otra forma de entender el método de la historia es que es explorar.
Con Herodoto consideramos que su método era preguntar. Desde sus raíces, se
considera que el método de la historia es la investigación, la averiguación.
Nos preguntamos cómo recoger hoy los
vestigios que el hombre ha dejado durante el tiempo, para reunirlos y re-evocar
un hecho, un periodo y reflexionar sobre él.
La pregunta es sobre el método para poder
reconstruir los “antecedentes históricos” de una investigación para así iniciar
la reflexión a partir de datos contundentes.
La historia, y la historiografía tienen sus
narradores por ende, es muy diversa, por otro lado, el método debe intentar
ceñirse para que sus resultados y productos sean válidos.
El oficio del historiador es entendido como
un técnico en manejo de fuentes, su búsqueda y selección.
Los métodos de reconstrucción histórica son
un paso esencial de la producción historiográfica.
La historia en la antigüedad, estaba
impregnada por concepciones religiosas, pero ya se veían pautas metodológicas,
Herodoto por ejemplo, se informaba de los acontecimientos por medio de viajes,
y tenía un criterio selectivo de fuentes, estas, serían cualificadas a través
de las figuras púbicas reconocidas en cada pueblo y las corroboraba en persona.
Podemos resaltar en la antigüedad tres
aspectos: La oralidad como una fuente, el carácter empírico de la
investigación, y verificar su las fuentes son verdaderas o no.
La historia, en el siglo XIX, al igual que
otras ciencias sociales, buscaba consolidar unas pautas que legitimara su
conocimiento como una práctica científica. Algunos historiadores se tomaron la
tarea de organizar, aglutinar, describir y explicar las características de los historiadores de
la Edad Media y épocas siguientes de manera de manual que mostrara la historia
como una disciplina científica.
Las sociedades que tuviera escritos podían
ser estudiadas, porque según ellos “…nada suple a los documentos, y donde no
los hay, no hay historia”, limitando así, el oficio del historiador solo a
documentos escritos, desconociendo las sociedades que no dejaban documentos
escritos.
El estructuralismo tiene la necesidad de
comprender grandes procesos sociales para poder entender el presente.
Braudel, estructuralista frances, “comprende
procesos de larga duración en las dinámicas sociales de una región sería un
camino adecuado para entender las direcciones y las transformaciones que han
tomado las sociedades de esa región”[2]. Existen procesos
complejos que no se pueden entender si no se hace una mirada panorámica de la
historia de una región para entender sus las causas de sus procesos históricos,
y entender estos procesos históricos le dio paso a la historia social.
“El manejo de las fuentes y en general de la
información obtenida por el investigador, aunque se incluyeran y se legitimaran
como fuentes para la historia materiales omitidos en otros contextos de la
disciplina histórica, haría parte implícita del oficio del historiador y de la
reconstrucción histórica el manejo de herramientas metodológicas para la
crítica y organización de las fuentes; solo que esto no sería seguro que
garantizaría la “calidad” del producto del historiador”[3].
El marxismo influyo en la historia natural o
el evolucionismo y el positivismo. El marxismo, por medio de los procesos
económicos busca leyes que expliquen el devenir histórico en las sociedades.
La labor
de reconstrucción histórica constituye una preocupación en los problemas
de investigación.
Se reconstruye un evento, una época, un
episodio para poder apreciarlo de manera más cercana; es volver a la idea de la
maqueta para la reflexión histórica.
¿La historia dice la verdad o no? No se trata
de verdades, sino de mirar que ha quedado para acceder a la verdad. SE prefiere
hablar de pertinencia de fuentes.
La reconstrucción es la etapa inicial de una
investigación histórica. La propuesta es que el reconstructor debe seguir unos
pasos, un método.
Bibliografia: GÓMEZ, M. y RUBIO, J.F. Apuntes sobre la reconstrucción histórica y
el trabajo de fuentes. En: Estrategias
metodológicas en la investigación sociojurídica. UEC, Bogotá, 2011.
[1]
GÓMEZ, M. y RUBIO, J.F. Apuntes sobre la reconstrucción histórica y el trabajo de fuentes.
En: Estrategias metodológicas en la
investigación sociojurídica. UEC, Bogotá, 2011
[2] GÓMEZ, M. y RUBIO,
J.F. Apuntes sobre la reconstrucción
histórica y el trabajo de fuentes. En: Estrategias
metodológicas en la investigación sociojurídica. UEC, Bogotá, 2011. Pág.
11.
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