martes, 21 de mayo de 2013

Apuntes sobre la reconstrucción histórica y el trabajo de fuentes.



Por: Waili Tatiana Gamboa Martínez.

Este artículo pretende acercarse a la metodología y los problemas que ella tiene en la labor del historiador: La reconstrucción. En ocasiones se reconstruyen eventos o periodos, y su narrativa y versión histórica por su repetición los hacen incuestionables.

“Por reconstrucción histórica se entiende, hoy día, el resultado del conjunto de investigaciones destinadas a acercarse lo más posible al modus vivendi de épocas anteriores”[1], esto, se hace  a través de medios como la pintura, retratos narrativos, etc.

Para hablar de reconstrucciones históricas, se pueden recoger varios conceptos.

La historia es el conjunto de conocimientos de eventos, fechas, personas, sitios, etc, que no permite conocer el pasado, para acceder a esta información se debe hacer una rigurosa investigación.

Otra forma de entender  el método de la historia es que es explorar. Con Herodoto consideramos que su método era preguntar. Desde sus raíces, se considera que el método de la historia es la investigación, la averiguación.

Nos preguntamos cómo recoger hoy los vestigios que el hombre ha dejado durante el tiempo, para reunirlos y re-evocar un hecho, un periodo y reflexionar sobre él.

La pregunta es sobre el método para poder reconstruir los “antecedentes históricos” de una investigación para así iniciar la reflexión a partir de datos contundentes.

La historia, y la historiografía tienen sus narradores por ende, es muy diversa, por otro lado, el método debe intentar ceñirse para que sus resultados y productos sean válidos.

El oficio del historiador es entendido como un técnico en manejo de fuentes, su búsqueda y selección.

Los métodos de reconstrucción histórica son un paso esencial de la producción historiográfica.

La historia en la antigüedad, estaba impregnada por concepciones religiosas, pero ya se veían pautas metodológicas, Herodoto por ejemplo, se informaba de los acontecimientos por medio de viajes, y tenía un criterio selectivo de fuentes, estas, serían cualificadas a través de las figuras púbicas reconocidas en cada pueblo y las corroboraba en persona.

Podemos resaltar en la antigüedad tres aspectos: La oralidad como una fuente, el carácter empírico de la investigación, y verificar su las fuentes son verdaderas o no.


La historia, en el siglo XIX, al igual que otras ciencias sociales, buscaba consolidar unas pautas que legitimara su conocimiento como una práctica científica. Algunos historiadores se tomaron la tarea de organizar, aglutinar, describir y explicar  las características de los historiadores de la Edad Media y épocas siguientes de manera de manual que mostrara la historia como una disciplina científica.

Las sociedades que tuviera escritos podían ser estudiadas, porque según ellos “…nada suple a los documentos, y donde no los hay, no hay historia”, limitando así, el oficio del historiador solo a documentos escritos, desconociendo las sociedades que no dejaban documentos escritos.

El estructuralismo tiene la necesidad de comprender grandes procesos sociales para poder entender el presente.

Braudel, estructuralista frances, “comprende procesos de larga duración en las dinámicas sociales de una región sería un camino adecuado para entender las direcciones y las transformaciones que han tomado las sociedades de esa región”[2]. Existen procesos complejos que no se pueden entender si no se hace una mirada panorámica de la historia de una región para entender sus las causas de sus procesos históricos, y entender estos procesos históricos le dio paso a la historia social.

“El manejo de las fuentes y en general de la información obtenida por el investigador, aunque se incluyeran y se legitimaran como fuentes para la historia materiales omitidos en otros contextos de la disciplina histórica, haría parte implícita del oficio del historiador y de la reconstrucción histórica el manejo de herramientas metodológicas para la crítica y organización de las fuentes; solo que esto no sería seguro que garantizaría la “calidad” del producto del historiador”[3].

El marxismo influyo en la historia natural o el evolucionismo y el positivismo. El marxismo, por medio de los procesos económicos busca leyes que expliquen el devenir histórico en las sociedades.

La labor  de reconstrucción histórica constituye una preocupación en los problemas de investigación.

Se reconstruye un evento, una época, un episodio para poder apreciarlo de manera más cercana; es volver a la idea de la maqueta para la reflexión histórica.

¿La historia dice la verdad o no? No se trata de verdades, sino de mirar que ha quedado para acceder a la verdad. SE prefiere hablar de pertinencia de fuentes.

La reconstrucción es la etapa inicial de una investigación histórica. La propuesta es que el reconstructor debe seguir unos pasos, un método.



Bibliografia: GÓMEZ, M. y RUBIO, J.F. Apuntes sobre la reconstrucción histórica y el trabajo de fuentes. En: Estrategias metodológicas en la investigación sociojurídica. UEC, Bogotá, 2011.



[1]  GÓMEZ, M. y RUBIO, J.F. Apuntes sobre la reconstrucción histórica y el trabajo de fuentes. En: Estrategias metodológicas en la investigación sociojurídica. UEC, Bogotá, 2011

[2] GÓMEZ, M. y RUBIO, J.F. Apuntes sobre la reconstrucción histórica y el trabajo de fuentes. En: Estrategias metodológicas en la investigación sociojurídica. UEC, Bogotá, 2011. Pág. 11.
[3] Ibídem.

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