viernes, 3 de junio de 2016

Reseña: ¿Por qué manda occidente…por ahora? Las pautas del pasado y lo que revelan sobre nuestro futuro de Ian Morris. Cap. 8: Alcance Global.

Waili Tatiana Gamboa Martínez.

“Ian Morris es un historiador y arqueólogo. Ha excavado en Gran Bretaña, Grecia, Italia. Comenzó su carrera a estudiar el surgimiento de la ciudad-estado griega, luego se trasladó a la economía antigua, y ahora trabaja en la historia mundial desde la edad de hielo”.[1]

A Marco Polo le sorprendió todo lo que vio en China, los palacios, los gobernantes ricos, los barcos, pero en especial el comercio. Era evidente que el desarrollo social de oriente era muy superior al occidental, sin embrago Marco Polo no puedo ver que la fuerza de oriente estaba menguando.[2]

El 9 de Enero de 1127 en Kaifeng la ciudad fue víctima de un ataque provocado por tres mil hombres del Imperio jurchen[3] que tomaron preso al emperador. Este conflicto constante entre dinastías era un gasto grande económico y los emperadores andaban siempre endeudados.

La caída de Kaifeng y la complicación del comercio entre el norte y el sur hizo que el desarrollo social creciera a penas en Oriente. Sin embargo aunque se estancó no se vino abajo.[4]

Todo lo cambio Temujin, el Gengis Kan de los mongoles, quien se volvió un conquistador temido en oriente, sin embargo este no tuvo mayor impacto en occidente.

Para 1279 la compleja infraestructura que tenía china había quedado arruinada, los desastres naturales, como el desbordamiento del rio Amarillo.

En el siglo IX el desarrollo de oriente se había recuperado como para iniciar un intercambio con el viejo mundo. Mercaderes, misioneros y emigrantes cruzaron de nuevo el océano Indico[5] y favoreciendo el atraso de occidente, pues hubo un importante intercambio de tecnología[6].

Durante el segundo intercambio, hacia 1200 el tamaño tanto de Oriente como de Occidente había aumentado, por lo tanto, los trastornos eran mayores, como las pestes, hambrunas y migraciones que se iniciaron en el siglo XIII.[7]

La geografía económica también había cambiado. En 100 d.C el núcleo occidental era más rico y más desarrollado que el oriental, contrario a lo que sucedía en 1200.[8]

Tanto Oriente como Occidente eran más caóticos políticamente que en la antigüedad y después de la Peste Negra muchas dinámicas cambiaron.

El autor se pregunta como fue posible que si oriente fue más desarrollado que occidente, porque los segundo pudieron llegar a América.

Zheng, estuvo en Tenochtitlán, según narraciones del autor según Menzies en 1431 buscando hombres inmortales. Fueron necesarias largas semanas de navegación costera antes de encontrar a nativos que los recibieron de manera muy hospitalaria, sin embrago, estos hombres no eran inmortales ni tenían ninguna hierba que los volviera así.[9]

En 1848, bastantes años después de la llegada de los españoles a América Tenochtitlán fue saqueada, sus habitantes empezaron a morir de enfermedades que venían del viejo mundo. Entonces, si posiblemente Zhou Man hubiese estado en América, México se habría incorporado el imperio Ming y no al español, por lo tanto el mundo moderno hubiese sido muy distinto, pues América hubiese integrado una economía del pacifico, no del Atlántico y sus recursos hubiesen impulsado una revolución en oriente y no en occidente. Occidente no hubiese dominado el mundo.[10]

Los barcos chinos sin duda hubiesen podido navegar hasta América, pero no lo hicieron porque en el siglo XV los emperadores chinos perdieron interés en mandar barcos a ultramar, además, cuando Yongle murió en 1424 su sucesor prohibió los viajes a larga distancia, en cambio los reyes Europeos tuvieron un gran interés, e incluso los Portugueses invirtieron bastante en ello.[11]

Para Ian Morris, inicialmente podríamos decir fue la cultura lo que finalmente hizo que Cortés llegara a Tenochtitlán y no Zheng, pues recordemos que los europeos estaban en el renacimiento, pero los Chinos también tuvieron un renacimiento en el siglo XI y no los impulsó a lo mismo.[12] Los chinos estaban en un momento de expansión “interna”, innovación y superación de nuevos desafíos, no por una cerrazón conservadora.[13]

Entonces, el autor da la hipótesis de la geografía, pues para los occidentales resultaba más sencillo cruzar el atlántico que para los orientales cruzar el pacifico.[14]

Finalmente Morris concluye con la reflexión de que si tal vez los hombres de Colón se hubiesen negado a viajar habrían otros que lo hubiesen hecho, si la reina Isabel I le hubiera dicho que no por tercera vez a Colón hubiese buscado apoyo en otro lado o recordaríamos a otro marinero, que si los primeros conquistadores hubieran muertos porque Montezuma se defendió mejor, hubiesen llegado otros más preparados.

Entonces, el autor da la hipótesis de la geografía, pues para los occidentales resultaba más sencillo cruzar el atlántico que para los orientales cruzar el pacifico.[15]

Bibliografía:
MORRIS, Ian. ¿Por qué manda occidente…por ahora? Las pautas del pasado y lo que revelan sobre nuestro futuro. Atico de los libros. 2010.
Ian Morris. Tomado de: https://classics.stanford.edu/people/ian-morris el 25 de Febrero del 2016



[1] Ian Morris. Tomado de: https://classics.stanford.edu/people/ian-morris el 25 de Febrero del 2016. La traducción es mia.
[2] MORRIS, Ian. ¿Por qué manda occidente…por ahora? Las pautas del pasado y lo que revelan sobre nuestro futuro. Atico de los libros. 2010. Pag. 447.
[3] Ibidem. Pág. 449.
[4] Ibidem. Pág. 450.
[5] Ibidem. Pág. 456.
[6] Ibidem. Pág. 459.
[7] Ibidem. Pág. 464.
[8] Ibidem. Pág. 465.
[9] Ibidem. Pág. 477.
[10] Ibidem. Pág. 478.
[11] Ibidem. Pág. 479-481.
[12] Ibidem. Pág. 487.
[13] Ibidem. Pág. 493.
[14] Ibidem.
[15] Ibidem. 

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