Waili Tatiana Gamboa Martínez.
“Ian
Morris es un historiador y arqueólogo. Ha excavado en Gran Bretaña, Grecia, Italia. Comenzó
su carrera a estudiar el surgimiento de la ciudad-estado griega, luego se
trasladó a la economía antigua, y ahora trabaja en la historia mundial desde la
edad de hielo”.[1]
A Marco Polo le sorprendió todo lo que vio en China, los
palacios, los gobernantes ricos, los barcos, pero en especial el comercio. Era
evidente que el desarrollo social de oriente era muy superior al occidental,
sin embrago Marco Polo no puedo ver que la fuerza de oriente estaba menguando.[2]
El 9 de Enero de 1127 en Kaifeng la ciudad fue víctima
de un ataque provocado por tres mil hombres del Imperio jurchen[3] que tomaron preso al
emperador. Este conflicto constante entre dinastías era un gasto grande
económico y los emperadores andaban siempre endeudados.
La caída de Kaifeng y la complicación del comercio
entre el norte y el sur hizo que el desarrollo social creciera a penas en
Oriente. Sin embargo aunque se estancó no se vino abajo.[4]
Todo lo cambio Temujin, el Gengis Kan de los mongoles,
quien se volvió un conquistador temido en oriente, sin embargo este no tuvo
mayor impacto en occidente.
Para 1279 la compleja infraestructura que tenía china
había quedado arruinada, los desastres naturales, como el desbordamiento del
rio Amarillo.
En el siglo IX el desarrollo de oriente se había
recuperado como para iniciar un intercambio con el viejo mundo. Mercaderes,
misioneros y emigrantes cruzaron de nuevo el océano Indico[5] y favoreciendo el atraso
de occidente, pues hubo un importante intercambio de tecnología[6].
Durante el segundo intercambio, hacia 1200 el tamaño
tanto de Oriente como de Occidente había aumentado, por lo tanto, los
trastornos eran mayores, como las pestes, hambrunas y migraciones que se
iniciaron en el siglo XIII.[7]
La geografía económica también había cambiado. En 100
d.C el núcleo occidental era más rico y más desarrollado que el oriental,
contrario a lo que sucedía en 1200.[8]
Tanto Oriente como Occidente eran más caóticos
políticamente que en la antigüedad y después de la Peste Negra muchas dinámicas
cambiaron.
El autor se pregunta como fue posible que si oriente
fue más desarrollado que occidente, porque los segundo pudieron llegar a
América.
Zheng, estuvo en Tenochtitlán, según narraciones del
autor según Menzies en 1431 buscando hombres inmortales. Fueron necesarias
largas semanas de navegación costera antes de encontrar a nativos que los
recibieron de manera muy hospitalaria, sin embrago, estos hombres no eran
inmortales ni tenían ninguna hierba que los volviera así.[9]
En 1848, bastantes años después de la llegada de los españoles
a América Tenochtitlán fue saqueada, sus habitantes empezaron a morir de
enfermedades que venían del viejo mundo. Entonces, si posiblemente Zhou Man
hubiese estado en América, México se habría incorporado el imperio Ming y no al
español, por lo tanto el mundo moderno hubiese sido muy distinto, pues América
hubiese integrado una economía del pacifico, no del Atlántico y sus recursos
hubiesen impulsado una revolución en oriente y no en occidente. Occidente no
hubiese dominado el mundo.[10]
Los barcos chinos sin duda hubiesen podido navegar
hasta América, pero no lo hicieron porque en el siglo XV los emperadores chinos
perdieron interés en mandar barcos a ultramar, además, cuando Yongle murió en
1424 su sucesor prohibió los viajes a larga distancia, en cambio los reyes
Europeos tuvieron un gran interés, e incluso los Portugueses invirtieron
bastante en ello.[11]
Para Ian Morris, inicialmente podríamos decir fue la
cultura lo que finalmente hizo que Cortés llegara a Tenochtitlán y no Zheng,
pues recordemos que los europeos estaban en el renacimiento, pero los Chinos
también tuvieron un renacimiento en el siglo XI y no los impulsó a lo mismo.[12] Los chinos estaban en un
momento de expansión “interna”, innovación y superación de nuevos desafíos, no
por una cerrazón conservadora.[13]
Entonces, el autor da la hipótesis de la geografía,
pues para los occidentales resultaba más sencillo cruzar el atlántico que para
los orientales cruzar el pacifico.[14]
Finalmente Morris concluye con la reflexión de que si
tal vez los hombres de Colón se hubiesen negado a viajar habrían otros que lo
hubiesen hecho, si la reina Isabel I le hubiera dicho que no por tercera vez a
Colón hubiese buscado apoyo en otro lado o recordaríamos a otro marinero, que
si los primeros conquistadores hubieran muertos porque Montezuma se defendió
mejor, hubiesen llegado otros más preparados.
Entonces, el autor da la hipótesis de la geografía, pues
para los occidentales resultaba más sencillo cruzar el atlántico que para los
orientales cruzar el pacifico.[15]
Bibliografía:
MORRIS, Ian. ¿Por qué manda
occidente…por ahora? Las pautas del pasado y lo que revelan sobre nuestro
futuro. Atico de los libros. 2010.
[1] Ian Morris. Tomado de: https://classics.stanford.edu/people/ian-morris el 25 de Febrero del 2016. La traducción es
mia.
[2] MORRIS, Ian. ¿Por
qué manda occidente…por ahora? Las pautas del pasado y lo que revelan sobre
nuestro futuro. Atico de los libros. 2010. Pag. 447.
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